- La salud y el bienestar van más allá de la ausencia de enfermedad. Debemos enfocarnos en la prevención, en mejores resultados, en menores costos y en experiencias más fluidas para los pacientes.
- Esta idea requiere un cambio por parte de los individuos, los sistemas y las comunidades: el futuro se basa en las personas. Los individuos tienen la clave de su camino único hacia la salud.
Salud y bienestar: aspectos fundamentales de la experiencia humana
Estar y sentirse saludable y bien es una aspiración universal, independientemente de quién sea y del lugar donde viva.
Pero la humanidad está experimentando grandes cambios y estrés. Por un lado, consideremos los avances científicos y tecnológicos que mejoran la calidad de vida. Y por otro, los factores desestabilizadores, como la pandemia mundial y la persistencia de las desigualdades, junto con las perturbaciones que suelen conllevar la nuevas tecnologías. Eso nos lleva a reevaluar los enfoques actuales de la salud.
- ¿Cuáles son los objetivos correctos?
- ¿Los modelos de negocio más apropiados?
- ¿Los mejores incentivos?
- ¿Cuáles son los medios más eficaces para obtener el apoyo de la comunidad?
Es posible adoptar un enfoque más humano, basado en el conocimiento y la tecnología.
Un concepto redefinido de salud y bienestar se centra en la prevención, mejores resultados, costos más bajos y experiencias más fluidas y menos fragmentadas. Incorpora experiencias en las que las personas cuentan con el apoyo de un ecosistema compartido que abarca gobiernos, instituciones, empresas y organizaciones. La idea central es la definición de salud como un estado de bienestar físico, mental y social, no simplemente como la ausencia de enfermedad o padecimientos.
Los desafíos
Desafío 1: Base de conocimientos
La información de la atención médica ahora proviene de una amplia variedad de fuentes, por lo que debemos discernir qué información es confiable. El bienestar del futuro se apoya en un nuevo fundamento de compromiso a largo plazo para compartir conocimientos confiables, accesibles y listos para usar.
Desafío 2: Base de atención médica
Ampliar el alcance de la atención médica desde el tratamiento hasta la conservación de un buen estado de salud es un gran desafío. Para hacer este cambio se requiere renovar significativamente el diseño de nuestros sistemas de salud actuales, que siguen centrados en dar tratamiento una vez alguien que ya está enfermo.
Desafío 3: Problemas de datos
Actualmente, los datos de salud se almacenan en silos en sistemas desagregados. Las tecnologías emergentes están preparadas para brindar ayuda, ya que admiten el uso continuo de datos en entornos tanto de atención como cotidianos. Sin embargo, esta transición debe manejarse con cuidado. Si se van a compartir datos, debe hacerse de forma segura para proteger la privacidad de las personas.
El futuro de la salud y el bienestar está centrado en el ser humano. Esto requiere concentrarse en las personas y no en las transacciones:
- Del lado de la demanda, los consumidores y pacientes
- Del lado de la oferta, cuidadores y proveedores de atención médica
En este futuro, los individuos son clave en su camino único hacia la salud, respaldado por un ecosistema holístico y fortalecedor que promueve el bienestar.
“Convertir el hogar en el punto focal de la atención” para conocer cómo los sistemas de salud pueden satisfacer la demanda de atención hospitalaria a domicilio.
Principios rectores para una vida mejor en materia de salud y bienestar
El futuro de la salud y el bienestar pone a las personas en el centro. Cada persona posee la clave de su camino particular hacia la salud, con el apoyo de un ecosistema holístico que fomenta el bienestar. Este futuro está enmarcado por siete principios básicos que definen una visión de la salud y el bienestar centrados en el ser humano.
El cambio requiere personas, sistemas y comunidades
Conozca nuestros principios rectores que guían el recorrido hacia un futuro de salud y bienestar centrado en el ser humano
A nivel individual, las personas deben hacer más que simplemente esperar tener una vida saludable. Los avances en ciencia y tecnología están haciendo que estos pasos sean más alcanzables. La recompensa es pasar más tiempo saludable y feliz y menos tiempo recuperando la salud o recibiendo atención médica.
En un segundo nivel, necesitamos sistemas sólidos, que sean favorables para las personas. Para apoyar a las personas y su estilo de vida más saludable, estos sistemas deben combinarse y unirse en lugar de aislarse y fragmentarse. Deben mirar más allá de la cura para comprender la causa. Al hacerlo, deben compartir y poner en práctica valores éticos fundamentales que fortalezcan a la comunidad y a las personas a las que atienden.
El tercer ámbito de acción implica la participación de las comunidades. Todos pertenecen a varias de estas, todos los cuales desempeñarán un papel en la aceleración del cambio hacia la salud y el bienestar centrados en el ser humano. En estos cambios participan la familias, los equipos de trabajo, los vecindarios y otros grupos relacionados física y virtualmente.
Podemos visualizar un futuro de la atención médica en el que el mantenimiento y la mejora del bienestar general de las personas se un objetivo más importante para la sociedad.
Mediante un esfuerzo concertado y de colaboración que incluya la aplicación correcta de la tecnología, podemos seguir avanzando y aprovechar los aprendizajes colectivos de la pandemia para lograr la evolución de nuestro enfoque de la salud y el bienestar. La hoja de ruta hacia un futuro más saludable se compone de cuatro etapas que ayudan a superar los desafíos actuales; asimismo, aprovechan la transformación digital y la tecnología innovadora para catalizar y permitir el cambio:
Una vida mejor
El camino hacia un mundo de salud y bienestar respetuoso con el ser humano implica realizar cambios inteligentes sobre la marcha, y nosotros identificamos cuatro etapas a cubrir en el proceso.
Las cuatro etapas de un futuro más saludable
Humanos por diseño
Poner a las personas en el centro de todas las decisiones es el primer paso para lograr una salud y un bienestar favorables para el ser humano. Cuando las personas buscan nuevas formas de aprender sobre su salud y asumir la responsabilidad de cuidarla, necesitan el apoyo adecuado. Esto significa pasar de una mentalidad centrada en el sistema a una centrada en el usuario y recordar que el usuario es un ser humano. También significa permitir experiencias éticas, resilientes, respetuosas y transparentes en cada punto de contacto para la persona que recibe el cuidado y el cuidador. Las nuevas tecnologías desempeñan un papel importante en la implementación de un enfoque centrado en el ser humano.
Restablecimiento de la confianza y la credibilidad
Restablecer la confianza y generar credibilidad comienza con los datos. La tasa de crecimiento en la recopilación de datos relacionados con la salud continúa acelerándose. Si los datos de salud se aprovechan y optimizan, generan información excepcional, que incluso puede permitir salvar vidas y que tienen la promesa de ayudar a prevenir en lugar de limitarse a curar; esto cambia las reglas del juego en la atención médica y mejora nuestro bienestar general. Para lograrlo, se requieren nuevos niveles de confianza y credibilidad entre todas las partes interesadas: las personas, los proveedores de atención médica, las aseguradoras, las farmacéuticas, las instituciones de salud pública, así como cualquier entidad que tenga contacto con los datos o los maneje.
Mejorar la salud propia
Un nuevo paradigma que se centra en el "yo" de forma individual requiere una nueva forma de pensar. Las organizaciones tradicionales de atención médica desempeñarán un papel clave en esta transformación, junto con las organizaciones de investigación y ciencias biológicas, las empresas emergentes, las organizaciones comunitarias y religiosas, las tiendas minoristas y todas las empresas que valoran a sus empleados y clientes. Al empoderar a las personas para que tomen decisiones proactivas y mejoren su propio estado de salud, este nuevo modelo fomenta una atención más personalizada y precisa (a través de medicamentos, procedimientos, instalaciones y más) y contempla no solo la prevención, sino también la intervención proactiva; además, pretende que se pueda acceder desde cualquier lugar para responder mejor a la realidad de las personas a las que atiende.
Creación de un ecosistema digital
Las organizaciones de atención médica necesitan crear un ecosistema digital seguro que se extienda a través de los sistemas tradicionales. Si tiene la protección adecuada, el ecosistema digital también podría interactuar con comunidades, empleadores y agencias gubernamentales, así como con industrias adyacentes, como las ciencias biológicas y la farmacéutica. Un tejido digital sin fisuras requiere sistemas interoperables y colaboración mediante la canalización de las tecnologías, plataformas y procesos adecuados. Si trabaja conjuntamente con todas las partes de la sociedad, permitiría obtener resultados empresariales, clínicos y humanos, y potenciaría el futuro de la salud y el bienestar.
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